El hielo es un elemento muy peligroso que hace que la calzada sea sumamente deslizante convirtiéndola en una auténtica pista de patinaje, donde la prudencia, la pericia y los reflejos del conductor se ponen a prueba, por lo que se deberán extremar las precauciones. En definitiva, se reduce, cuando no elimina, la adherencia, existiendo grave peligro de deslizamiento.
Si su vehículo ha quedado en la calzada toda la noche y ha sufrido una gran helada, la actuación a seguir es:
Retirar el hielo o escarcha que cubre los cristales. Para ello no es recomendable agua muy caliente porque podría romperlos. Lo mejor es el anticongelante o el alcohol y ayudar con una pequeña paleta plástica a retirar los restos de hielo que se vayan descomponiendo.
Intentar entrar al vehículo, siempre que las puertas no estén pegadas por el hielo a la carrocería. Si lo estuviesen habría que echarles anticongelante o alcohol para deshacer el hielo.
Ya dentro del vehículo intentaremos arrancarlo. Si tenemos un anticongelante adecuado al clima en el que nos encontramos, el vehículo arrancará bien.
Activaremos la luneta térmica y la calefacción del vehículo.
Cómo prever la existencia de hielo en la vía
Cuando nos encontramos en un clima frío y ambiente húmedo, por ejemplo en las zonas costeras en invierno, la calzada puede estar helada y deslizante.
Algunos vehículos incorporan un aviso que al bajar la temperatura exterior de 3 grados nos alertan de la posibilidad de hielo en la calzada.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta sobre el hielo en la calzada:
Hay zonas de la calzada especialmente propensas al hielo, como son los lugares húmedos, los más sombríos porque no les da el sol, los badenes, los lugares próximos a corrientes de agua, los puentes, pasos elevados y los situados bajo ellos, etc.
La circulación lenta de los vehículos que preceden o circulan en sentido contrario, puede igualmente ser un indicio de la existencia en la calzada de alguna anomalía. También la circulación lenta y con cadenas de los vehículos que circulan en sentido contrario o la existencia de vehículos parados a los que les están quitando o poniendo cadenas, puede ser otro indicio.
La existencia en la vía de señales de peligro de badén o pavimento deslizante por hielo o nieve (P-34).
Si se notara que la dirección del vehículo está excesivamente ligera, como si flotara, esto nos indicaría que estamos circulando sobre hielo o escarcha.
En los puertos, las condiciones pueden cambiar de una vertiente a otra. Si al subir se observa que la carretera está húmeda, es previsible que en la bajada se pueda encontrar con hielo.
Medidas para Mejorar la Adherencia y Prevenir Deslizamientos con Hielo
Hay que resaltar que en una calzada helada, las distancias de frenado pueden aumentar hasta diez veces por encima de lo normal.
Se debe aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos y reducir la velocidad.
Si lo necesita, pise el pedal de freno de forma muy suave para evitar el bloqueo de las ruedas. Si disponemos de ABS, en caso de emergencia, podemos pisar a fondo el freno.
Si pierde el control del vehículo, !no frene! Es mejor que levante suavemente el pie del acelerador e intente controlar el vehículo utilizando el volante y dirigiendo el mismo hacia la trayectoria que tome el vehículo para tratar de reconducirlo con extrema suavidad.
Otra posibilidad, y una de las más acertadas si disponemos de ello, es la utilización de neumáticos especiales con clavos o el uso de cadenas.
Uso de las Cadenas
En ocasiones, la nieve o el hielo hacen muy difícil, cuando no imposible, la circulación con garantías de seguridad por determinados tramos de carretera o puertos de montaña. Ello obliga a exigir el uso de cadenas para circular por ellos, o a cerrarlos a la circulación, imponiendo desvíos por otros itinerarios alternativos, mientras permanezcan las condiciones atmosféricas adversas.
Aunque al conductor le parezca que la calzada tiene una capa de nieve que permite circular sin cadenas, a veces los agentes de tráfico obligan a usarlas. Esto es debido a que, a pesar de ser cierto que el vehículo puede circular normalmente, tan pronto como se efectúa una detención por cualquier causa, la posterior reanudación de la marcha puede ser sumamente difícil de no llevar las cadenas puestas. Para evitar las situaciones de peligro y los embotellamientos que se crearían si no se llevan puestas, máxime cuando tales situaciones suelen ocurrir en curvas, tramos inclinados y otros en que más necesaria es la visibilidad y la seguridad, se obliga a usar cadenas, aunque no sea necesario en tramos y situaciones normales.
Elementos obligatorios que debe llevar todo vehículo
Todo vehículo debe llevar una serie de elementos de forma obligatoria. Es muy importante que se compruebe antes de realizar un viaje, especialmente si vamos a pasar por zonas propensas a sufrir fuerte lluvia, hielo u otras climatologías adversas:
Rueda de repuesto o sistema alternativo homologado. Existen vehículos que poseen neumáticos antipinchazos o un kit reparapinchazos como sustituto de la rueda de repuesto.
Triángulos: Deben ser dos y estar homologados, para señalizar una avería, un accidente....
Lámparas: Hay que llevar un repuesto de lámparas. Siempre es peligroso quedarse sin luz, pero más en invierno, cuando ésta es reducida.
Chaleco reflectante: Llévelo dentro del habitáculo y no en el maletero y póngaselo antes de salir para cualquier eventualidad....
Herramientas: hay que llevar las necesarias para cambiar una rueda (gato y llave) y para sustituir alguna lámpara fundida.
La DGT recomienda además
A mayores de los elementos obligatorios anteriores, la Dirección General de Tráfico, recomienda lleva otra serie de elementos adicionales no obligatorios que nos puede servir de mucha utilidad en caso de emergencia o climas adversos:
Cadenas: puede ser el elemento que le permita llegar a su destino o dejarle tirado. Use las cadenas nada más ver nieve en la calzada. Después de recorrer unos metros, ajústalas y no pases de 30 km/h.
Spray antivaho: es muy interesante para evitar que los cristales se empañen completamente.
Bayeta: es muy útil para desempañar el parabrisas. Se complementa con el spray.
Ropa de abrigo: aunque en el coche hay que ir cómodo, lleve ropa de abrigo a mano por si tiene algún problema en la carretera.
Calzado: el que sea adecuado para un viaje largo, los tacones o los zapatos gruesos no son los más adecuados
Pala: puede serle muy útil si le cae una nevada de las de aupa.
Rascador: muy interesante para quitar hielo y nieve del parabrisas. Un bote con alcohol también le será útil.
Linterna: por si necesita revisar algo del coche, si tienen que señalar su posición.
Pinzas: puede tener problemas de arranque y con las pinzas alguien le podrá echar una mano.
Alimentos: si se va a meter en un viaje largo, con riesgo de nevadas, etc., no esta mal llevar algún alimento por si se queda tirado.
Gafas: con nieve las gafas de sol son tan necesarias como en pleno verano.
Teléfono móvil: para llevarlo encendido y hablar mientras conduce, pero para posibles emergencias, es fundamental. Si llevas contigo también un cargador para conectarlo al vehículo, nunca te quedarás sin batería.
Agenda: lleve también anotados posibles teléfonos de emergencias por si tiene algún percance. Y guías de restaurantes, hoteles, etc.
Depósito: procure mantener el depósito de combustible bien lleno, antes de que el depósito llegue a la mitad, vuelve a llenarlo. El vehículo pesará más, se agarrará mejor y al menos tendrá garantizada la calefacción, por si el tiempo le juega una mala pasada, por ejemplo, que pueda quedarse tirado.
Radio: la del coche le permitirá oir información sobre el estado del tráfico, de los puertos, de la circulación y prever un itinerario alternativo.
Otras Climatologías Adversas a tener en cuenta:
Conducción con Lluvia
La lluvia es el fenómeno climatológico al que más frecuentemente se enfrenta un conductor. Es imprevisible y puede aparecer en cualquier momento.